Las propuestas de sol y mar en la mayor de Las Antillas, elementos esenciales en la industria cubana del ocio, se sustentan en la existencia de sitios únicos con un gran atractivo para vacacionistas nacionales y extranjeros.
La privilegiada ubicación geográfica de la isla, en una zona de aguas transparentes y cálidas, unido a la existencia de extensas franjas de arena, constituyen un complemento de peso a esa modalidad, en especial para la época de verano.
Entre los múltiples destinos vinculados a esa actividad que existen en el país destaca en especial el famoso balneario de Varadero, localizado en la occidental provincia cubana de Matanzas.
Para muchos especialistas, el mencionado sitio es considerado como la excelencia de las playas en el archipiélago, a pesar de la competencia que le ofrecen los islotes del destino conocido como Jardines del Rey.
Dos decenas de kilómetros de excelentes playas, vinculadas con atractivos naturales como las cuevas, cayos vírgenes y transparentes aguas, se complementan con una amplia infraestructura capaz de satisfacer los gustos más exigentes.
Los fondos marinos de Varadero poseen más de 40 tipos de corales, diversidad de peces, langostas, camarones, cangrejos, tortugas y más de 70 tipos de moluscos.
Además, marinas como Chapelin, Dársena de Varadero y Gaviota garantizan las condiciones y medios para la práctica del submarinismo, con embarcaciones apropiadas, personal preparado, centros de enseñanza de buceo, cámaras hiperbáricas y el transporte necesario para cualquier emergencia.
El inmersionismo tiene su plato fuerte en el llamado Hoyo Azul Ojo del Mégano, una enorme caverna de 70 metros de diámetro, donde prevalecen los paredones sumergidos, barreras de corales y enormes bancos de peces multicolores.
Varadero es también algo más que sol y arena gracias a los atractivos naturales que aportan los cayos y cuevas, a lo cual se suman las tradiciones culturales e históricas vinculadas a las localidades cercanas.
Asimismo, tiene como complemento al Varadero Golf Club, con el sello característico que le otorga un entorno donde predominan el aire puro, la vegetación y la quietud, elementos indispensables en la práctica de esa disciplina.
La instalación se erige en las Peñas de San Bernardino, donde antaño el millonario Irenne Du Pont de Nemours instaló un campo de nueve hoyos para su disfrute privado en un área exclusiva de 180 hectáreas, a escasos metros de la línea costera en una de las mejores playas del orbe.
El nuevo centro fue diseñado por el arquitecto Les Furber, presidente de la compañía canadiense Golf Desing Services, en una combinación de estilos, entre ellos el clásico, con calles anchas delimitadas por árboles, greens anchos y poco protegidos.
Miles de habitaciones para el turismo internacional, avaladas por la presencia de importantes compañías extranjeras vinculadas con la actividad del ocio, se complementan con una extensa red de instalaciones extrahoteleras, que crece con la demanda de los visitantes que apuestan por ese destino.
Los eventos y reuniones también tienen espacio en el balneario gracias al Centro de Convenciones Plaza América, con un plenario para 600 personas y siete salas adicionales, ideal en aquellos programas que combinan el descanso con el trabajo en un ambiente agradable y tranquilo.
Por todo ello, Varadero se reafirma en las preferencias del turismo internacional, que encuentra en ese sitio una amplia variedad de opciones dirigidas a llenar cualquier espacio que quede en el descanso.